La moratoria:
una propuesta para salir de la crisis
La moratoria permitirá que nos demos un tiempo para investigar el estado actual y real de las operaciones petroleras y mineras, el tipo de contratos y el estado de las operaciones. Por ejemplo: ¿Es sano para la economía del país que las empresas privadas otorguen en promedio sólo el 20 % de sus ganancias y que algunas de ellas no paguen impuestos como deben hacerlo todos los ecuatorianos?
Estamos en un momento clave de definición de políticas energéticas. Por una parte están las propuestas de extraer más petróleo, no importa de donde, e incursionar en la minería industrial de cielo abierto, y por otra quienes afirman que es el momento de una moratoria.
Quienes proponen la Moratoria la plantean como una propuesta de desarrollo nacional, como una oportunidad y como alternativa para salir de la actual crisis nacional
Por casi 50 años se ha afirmado que el petróleo es fuente de riqueza y prosperidad, y aunque las estadísticas no muestran un verdadero crecimiento, la afirmación continúa y en ella se basa la propuesta económica de gobierno tras gobierno.
La actividad petrolera en la región amazónica se ha extendido a tal punto que en la actualidad existen más de 5 millones de hectáreas concesionadas, incluyendo áreas protegidas y territorios indígenas. La contaminación es permanente, por accidentes y por la forma rutinaria de operar. Sólo en el año 2001 se produjeron un total de 75 derrames, casi uno cada 5 días, con una pérdida de más de 31 000 barriles de petróleo. La inmensa mayoría de los cuerpos de agua de las zonas cercanas a instalaciones petroleras presentan contaminación severa.
Muchos países, como Costa Rica, que se declaró libre de petróleo, aprendieron del desastre ecológico de Ecuador y hoy afirman “vamos a competir sin destruir la naturaleza, porque por encina de las coyunturas del momento, nuestra rica biodiversidad será la gran riqueza de siempre y la vamos a preservar (discurso del presidente Abel Pachano en su posesión)
Con la minería sucede algo parecido, con la diferencia que aún no esta presente en el país, y que las comunidades que hoy se oponen a estas actividades aprendieron de los países vecinos los impactos de esta actividad.
En cuanto a la actividad minera actualmente están concesionadas 5 millones y medio de hectáreas. Gran parte de estas concesiones están en bosques protectores, áreas protegidas, territorios indígenas y fuentes de agua.
Hablar de moratoria es una propuesta que confronta las fracasadas propuestas de aumentar la inversión, aumentar las garantías a los inversionistas,(aun a costa de reducir las ganancias de estado), entregar el patrimonio del estado (es decir privatizarlo. Propuestas que se han mantenido sobre el principio de los “hechos consumados“. Sabemos que no era necesario un nuevo oleoducto, pero se hizo porque se hizo (según lo declaró Gustavo Noboa) y ahora que esta construido, el argumento es que ya que lo tenemos y que ahora va medio vacío, por eso ahora se quiere trasladar el crudo de Petroecuador… y ampliar la frontera.
El petróleo tiene impactos negativos locales, nacionales y globales. Repararlos costará varias veces la deuda externa.
El mismo FMI a través de su Directora de Asuntos Públicos Kathleen L. White, dice:
“Hemos encontrado que durante los últimos 30 años, las reservas petroleras del Ecuador han disminuido mientras su deuda ha aumentado, empobreciendo paulatinamente al país cada vez más. En nuestras conversaciones con las autoridades, les hemos alentado a guardar los beneficios del petróleo (que al final son recursos no renovables)“
Y según un informe interno y confidencial del Banco Mundial, sus políticas para los proyectos de explotación minera, petrolera y de gas están fracasando. Aunque unos países hayan generado ingresos superiores al explotar estos recursos, el informe hecho por el Departamento de Evaluación de las operaciones del Banco dice que los países en desarrollo ricos en recursos y que siguen los programas del Banco Mundial son “generalmente asociados con pobres resultados económicos”.
La moratoria no es una pérdida al recurso, es un plazo otorgado entre las partes, gobierno nacional y sociedad ecuatoriana, para reflexionar sobre el modelo petrolero. Modelo petrolero que hoy mantiene al país en un momento de profunda crisis, porque más allá de las descalificaciones a los sindicatos y ejecutivos de Petroecuador, a la sociedad le queda claro que traición a la Patria es acabar con los bienes públicos,
La moratoria permitirá que nos demos un tiempo para investigar el estado actual y real de las operaciones petroleras y mineras, el tipo de contratos y el estado de las operaciones. Por ejemplo: ¿Es sano para la economía del país que las empresas privadas otorguen en promedio sólo el 20 % de sus ganancias y que algunas de ellas no paguen impuestos como deben hacerlo todos los ecuatorianos?.
Permitirá analizar a profundidad los impactos ambientales, las zonas que por frágiles deberán conservarse a toda costa y que analicemos las diferentes propuestas tecnológicas y decidamos y son suficientes.
Permitirá que valoremos nuevas y viejas alternativas. Desde el punto de vista de la biodiversidad, como en Costa Rica, somos un país rico mientras que desde el petróleo somos un país empobrecido.
La moratoria generará confianza nacional e internacional.
Esperanza Martínez
170606799-6
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