La política económica definida en las primeras acciones del gobierno continúa y profundiza el curso neoliberal que ha llevado a la economía ecuatoriana a la mayor crisis de la historia.
Quito, Ecuador - Marcelo Larrea*, para Adital - Desde su posesión el 15 de enero, el gobierno de Lucio Gutiérrez ha vivido un intenso cerco del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las Cámaras empresariales para controlar su política económica, con la colaboración activa de sus Ministros de Economía y Gobierno, Mauricio Pozo y Mario Canessa respectivamente, y de su Embajador itinerante Guillermo Lasso, estrechamente vinculados a los sectores financieros del país.
La primera acción del Presidente Gutiérrez, fue poner en marcha un decreto de austeridad y un paquete de medidas económicas que implicaron una significativa elevación de los precios de los combustibles y de las tarifas del transporte, la eliminación de la participación de los trabajadores en el 15% de las utilidades de las empresas del Estado, el aumento del universo de contribuyentes del impuesto a la renta en los sectores de menores ingresos y la pretensión de introducir un impuesto fiscal equivalente y paralelo al impuesto predial.
Las medidas han sido continuadas con una reducción de la asignación presupuestaria a Petroecuador por 128 millones de dólares, la elevación de las tarifas eléctricas y el anuncio de un incremento del precio del gas en el futuro próximo. Y finalmente, con la suscripción de una Carta de Intención al FMI, que se concentra en la elevación del superávit primario del presupuesto fiscal para subir aún más las asignaciones al servicio de la deuda pública.
La política económica definida en las primeras acciones del gobierno continúa y profundiza el curso neoliberal que le ha llevado a la economía ecuatoriana a la mayor crisis de la historia, caracterizada básicamente por la exportación de capitales a través de los mecanismos de pago de la deuda, la reprimarización y desnacionalización del aparato productivo local y la reversión del superávit comercial en un déficit creciente, la pérdida masiva de empleos y la explosión de un fenómeno migratorio que ha llevado a más del 15% de la población a buscar trabajo fuera del país y ha condenado a más del 80% a vivir en la pobreza.
En este camino el Consejo Consultivo Empresarial acaba de solicitar al Presidente Gutiérrez la libre importación de combustibles y la eliminación del monopolio estatal de la refinación de crudos, aduciendo que el deterioro y mala administración encarecen el costo de los derivados y generan pérdidas, en la perspectiva de abrir las puertas a la privatización de Petroecuador.
La orientación neoliberal, representada en el gabinete por los Ministros Pozo y Canessa, expresan las presiones del establecimiento, del FMI y de las cámaras empresariales. Sin embargo está en abierta contradicción con el nacionalismo de la Sociedad Patriótica y las reivindicaciones sociales que propugna Pachakutik, así como con el proyecto político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), que constituye la columna vertebral del electorado que hizo posible la elección de Gutiérrez.
* Marcelo Larrea, es Director del periódico "El Sucre".
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