Va a llover glifosato en Colombia
Colombia Adital / Unidad Cafetera
A comienzos de este año el señor gobernador de Caldas señaló que en el oriente de ese departamento se iniciarían las fumigaciones y, en esta semana, el ministro del Interior, Fernando Londoño Hoyos, en tono altisonante advirtió que "les lloverá glifosato".
La unidad cafetera, por medio de un comunicado de prensa, denuncia un plan de fumigaciones con glifosato, un compromiso ratificado por Uribe Vélez al gobierno estadounidense.
Dos días antes de la venida al país del Secretario de Estado norteamericano, Collin Powell, en el marco del LXII Congreso Nacional Cafetero, el Presidente Álvaro Uribe Vélez anunció a los delegados a ese evento que las regiones de la zona cafetera donde se conociera la presencia de cultivos de coca y amapola, serían fumigadas por vía aérea con glifosato. Posteriormente, en visita a Washington, la canciller ratificó "ese compromiso" con el gobierno norteamericano.
A comienzos de este año el señor gobernador de Caldas señaló que en el oriente de ese departamento se iniciarían las fumigaciones y, en esta semana, el ministro del Interior, Fernando Londoño Hoyos, en tono altisonante advirtió que "les lloverá glifosato". Unidad Cafetera se ha pronunciado con anticipación sobre las graves consecuencias que esta acción oficial traerá para la industria del café en Colombia. Aparte de los daños que tendrá la aspersión aérea de este producto tóxico sobre otros cultivos como los mismos cafetales, las personas, las aguas, el medio ambiente y la biodiversidad, podría influir en la marca de calidad del grano verde colombiano en los mercados externos.
La noticia de que la "zona cafetera de Colombia se está fumigando por vía aérea con glifosato" colocaría en riesgo la calidad de nuestro café y con ello daría al traste con la cotización y de paso con centenares de proyectos de café especial que muchos caficultores están adelantando. No será fácil explicar en el exterior la diferenciación entre los territorios afectados y los que no lo están.
Además de que ese método ha demostrado su ineficacia, se sabe que la dosis de 10 litros de glifosato por hectárea, la que se piensa aplicar, es altamente nociva y, acorde con la expresión de Londoño Hoyos, no se considerará la resolución 1065 de 2001 del Ministerio del Medio Ambiente que establece, entre otros, la prohibición de fumigar en zonas ambientalmente estratégicas. Del mismo modo no se adoptan planes para favorecer a las comunidades involucradas lo cual resultaría a todas luces más económico, si se tiene en cuenta que fumigar por vía aérea con glifosato una hectárea de coca vale 467 dólares, mucho más que en cualquier proyecto alternativo, los cuales en buena proporción se financian con endeudamiento público. Estas consideraciones coinciden con las que la Defensoría del Pueblo glosó a las acciones contra los cultivos ilícitos en el Putumayo.
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