Embajadora de Estados Unidos: Ecuador debe cerrar su frontera con Colombia
A su criterio, el país debe estar feliz por recibir una limosna de 70 millones de dólares, y porque sus soldados compran marlboro y coca cola en las tiendas de Manta e incluso ven westerns en sus pantallas de cine.
Quito, Ecuador Marcelo Larrea*, para Adital - La Embajadora de EE.UU. en Quito, Kristie Kenney, reveló los propósitos de su país en Ecuador respecto al Plan Colombia, en una entrevista que concedió a Rubén Darío Buitrón, Editor del diario EL UNIVERSO de Guayaquil.
Kenney se refirió primero a la Base de Manta a la que considera un ejemplo de la colaboración de EE.UU. con Ecuador. "Allí hemos invertido 70 millones de dólares, que es bastante dinero. Hoy Manta tiene la pista aérea más hermosa de Sudamérica. Entonces no se puede decir que fue "una firma para nada". Se ha dinamizado la economía de ese puerto: los soldados consumen, hacen compras y salen para ver películas. En Manta hay algo que hacemos juntos y que es bueno: combatir el narcotráfico. Eso es excelente", dijo.
A su criterio, el país debe estar feliz por recibir una limosna de 70 millones de dólares, y porque sus soldados compran marlboro y coca cola en las tiendas de Manta e incluso ven westerns en sus pantallas de cine. En sus cuentas, la Embajadora, prefirió omitir "diplomáticamente" que Ecuador exporta más de 2.000 millones de dólares anuales por servicio de una deuda usurera, varios miles de millones de dólares más por remesas de utilidades petroleras y mantiene depósitos de la banca privada por más de 1.400 millones de dólares en bancos estadounidenses, como consecuencia de la dolarización, al costo del crecimiento sistemático de la pobreza en la mayoría absoluta de su población y del atraso de su economía.
Kenney excluye de su análisis la cesión de soberanía de Ecuador sobre los puertos marítimos y los aeropuertos de todo el país, en los que, por efecto de los acuerdos sobre la Base de Manta, los militares estadounidenses o los mercenarios (Dyn Corp) que contratados a su servicio, pueden operar virtualmente cuando ellos califiquen la necesidad, con impunidad garantizada.
La Embajadora dijo además: "...nadie quiere que Ecuador llegue con sus tropas a Colombia. Lo importante es que Ecuador, que debe ser un buen vecino cierre la frontera y cumpla con su parte para evitar actividades ilícitas. Y sobre todo, hay que evitar que el problema de Colombia llegue a Ecuador para que se mantenga como una isla de paz. Eso quiere decir que darle oportunidad al colombiano de que resuelva su problema es no dejar abiertas rutas de escape a los guerrilleros y a los narcotraficantes". Finalmente, la Embajadora califica a las FARC de "terroristas", y afirma que los vecinos (Ecuador, Perú y Brasil) "deben ayudar a Uribe y a Colombia a llamar a las FARC como lo que son".
Kenney deja entrever que Washington aspira a que Ecuador funcione como una pacífica cabeza de playa de su intervención militar en Colombia, colaborando activamente en la guerra en forma encubierta por medio del cierre militar de la frontera, donde los soldados ecuatorianos deberían exponer sus vidas y el ejército sus recursos bélicos y económicos, bajo el emblema de la "lucha contra el narcotráfico y el terrorismo", en tanto EE.UU. mantiene en su propia casa intocado el mayor mercado de drogas del mundo y se aventura a continuar el sangriento sendero terrorista de su intervención en Afganistán, ahora en Irak.
*Marcelo
Larrea, Director del periódico "El Sucre" de Ecuador.
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