Posted by Arcadio Ventura on April 19, 19102 at 11:28:19:
"Jacobo Arenas se debe estar revolcando en su tumba.El, que creía tan poco en el terrorismo y que como buen leninista,se refería a esas prácticas como "fuegos artificiales"; él que tanto ridiculizaba a sus camaradas del ELN a quienes recomendaba "dejar de pelaear con un tubo"(el oleoducto), debe mirar con enorme escepticismo el proceso involutivo que las FARC han vivido en los últimos meses. Un proceso por cuenta del cual los hombres de Tirofijo resolvieron que es una acción revolucianaria matar con un carro bomba a una docena de jóvenes de clase media que rumbeaban en Villavicencio y secuestrar a un humilde campesino para convertirlo después en un cadáver bomba.
Arenas fue quien concibió, en una conferencia de comandantes de frente hace cerca de 20 años, que las FARC tenían que dar un salto militar cuantitativo y cualitativo de grandes proporciones, para terminar el siglo convertidas en un verdadero ejército, capaz de librar una guerra de posiciones y grandes movimientos de tropa.
Por un tiempo, su sueño se hizo realidad. Ataques como el de Patascoy o Las Delicias, que significaron importantes derrotas para las Fuerzas militares ante columnas guerrileras que sumaban centenares de hombres, le dieron por algunos años a Jojoy, heredero privilegiado de la visión de Arenas, la impresión de que se estaba cumpliendo el vaticinio del líder fallecido en 1990.
Pero una vez que , a fines de 1998, las fuerzas militares comenzaron a contar con informaciones de radares y satélites para detectar las grandes movilizaciopnes de tropa guerrillera, a sí como aviones y helicópteros artillados para atacarlas después de localizarlas, las cosa comenzaron a cambiar.
Fue así como las FARC acumularon derrotas en hato Corozal y Puerto Lleras, entre otras, y vieron como las Fuerzas Militares le desbarataban la columna de 350 hombres-muchos de ellos menores de edad- enviada el año pasado desde la zona de distensión con el fin de recuperar una zona del Magdalena Medio y el Catatumbo.
Tras una larga serie de discusiones de las cuales hay evidencia en las comunicaciones internas entre los frentes, el Estado mayor se vio obligado a reconsiderar su estrategia y a abandonar-o cuando menos aplazar, con esa paciencia infinita de que suelen hacer gala las FARC-el proyecto de Arenas.
De modo que cuando fue claro que el proceso de paz-que nunca llegó a ser proceso y mucho menos de paz-de Andrés Pastrana se aproximaba a su formal disolución, los comandantes de las FARC ya habían concluido que con las nuevas tácticas del ejército y la fuerza aérea, las grandes movilizaciones de guerrilleros debían suspenders hasta nueva orden.
Lo lógico habría sido que en esa primera involución las FARC retornaran a una típica guerra de guerrillas, caracterizada por emboscadas a patrullas militares y asaltos a poblaciones para destruir el puesto de policía. Y aunque algo de esto último ha sucedido, la verdad es que una segunda involución se produjo de modo casi inmediato e implicó no solo que las FARC renunciaran-al menos por un tiempo- a la idea de convertirse en ejército y volvieran a ser una guerrilla, sino que en ese segundo paso a atrás se trasmutaran sinple y llanamente en una banda terrorista.
La verdad es que para hacer lo que están haciendo, a las FARc les sobran por lo menos 15.000 de sus 16.000 hombres. Si la nueva fase de su guerra contra los colombianos va a consistir sobre todo en carros bombas,petardos, secuestros y asesinatos selectivos, les bastan con holgura los 1.000 hombres restantes. Pablo escobar, a quien ahora pretenden emular, hizo todo eso con un centenar de sicarios.
Es claro que no van a licenciar a los 15.000 sobrantes, pues de seguro seguirán llevando a cabo acciones más tradicionales para garantizar el dominio en sus zonas estratégicas de coca, amapola, petróleo y demás. Y es claro también que , a pesar de ese doble paso atrás de ejército a guerrilla y de guerrilla a grupo terrorista, conservan una enorme capacidad de intimidación y daño. De seguro seguirán demostrando una infinita habilidad para matar, secuestrar, extorsionar y exportar cocaína. Y en esa medida nadie debe hacerse ilusiones. Si su enorme poder de destrucción sigue ahí, se debe a una involución política y organizacional tras la cual ya no podrán decir, con la boca llena de orgullo, que son un ejército revolucionario".
NOTAS: Jacobo Arenas murió de viejo de un infarto(en el monte) y no asesinado por el ejército oligarca de Colombia.
El presidente del consejo editorial y accionista mayoritario de la revista Cambio es Gabriel Garcia Márquez, quien hasta antes de conseguir dinero renegaba de la clase oligarca de Colombia. Ahora, no sé.