En Guatemala, durante los años 1980-84, el Ejército Nacional aplicó una estrategia de tierra arrasada con la meta de destruir todas las bases sociales, culturales y económicas de la población, en particular las de las comunidades indígenas.
Entre otras áreas de Guatemala, Rabinal fue el escenario de muchas masacres terribles de 1980 a 1984, que resultaron en miles de muertos (entre 4000 y 5000 según los diagnósticos realizados), lo cual constituye el 20% de la población en esa época. Esto dejó como resultado miles de mujeres viudas y niños huérfanos desprotegidos, sin vivienda ni otros recursos, además de la destrucción del tejido social. La gran mayoría de las víctimas son miembros del pueblo Maya Achí, la que llevó la pérdida de sus derechos fundamentales, cometiendo un verdadero genocidio.
Los efectos de esta historia son duraderos, y siguen causando temores y divisiones muy serias en las comunidades.
De esta violencia terrible y por medio
del coraje de los sobrevivientes nació ADIVIMA.
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